lunes, 1 de octubre de 2012

Senda del Cañón del Leza


Tras las lluvias del viernes y el sábado, el objetivo era buscar alguna ruta que no estuviese imposible por el previsible barro. Alberto, con buen criterio y la experiencia acumulada, propone hacer alguna senda por la zona de Leza.

 
Una vez dejados los coches en Soto iniciamos la subida por un camino que rápidamente nos hace entrar en calor por la pendiente que tiene. La pendiente va en aumento y agradecemos que esté encementado. Nadie dijo nunca que una ruta endurera no pudiera discurrir por un terreno encementado....

 

Finalmente alcanzamos el paso canadiense cercano a la ermita de San Juan de Agriones y, aunque la idea inicial era bajar a los corrales de Zorraquín y bajar por el PR para hacer la senda del Cañón del Leza, como es pronto decidimos alargar "algo" la ruta. Así que iniciamos el descenso por pista hacia Cenzano.

Al poco rato continuamos por un cortafuegos que sale a nuestra izquierda, ahorrándonos un rato de descenso por la pista y el consiguiente ascenso posterior.
 
 
 
Esta variante no estuvo exenta de algún pequeño despiste que nos obligó a subir parte de lo bajado empujando la bici. No sé si al final ahorramos desnivel o no, pero la alfombra de brotes de roble era infinitamente más bonita que la pista.

 

De vuelta al camino principal y con Cenzano a la vista iniciamos la segunda variante y nos tiramos por las campas que hay junto a la ermita de San Cristóbal,
 
 
 
muy divertidas, con varios saltos que tomamos con precaución pero que la próxima vez afrontaremos con más valentía,
 
 
 
para terminar volviendo a la pista que baja a Lagunilla habiendo dejado Cenzano atrás.
 
 

Tras bajar poco más de un km. y con ciertas dudas iniciales, tomamos una senda que nace a nuestra izquierda. Es una senda con poco desnivel,
 
 
 
muy bonita, con buenas vistas al valle del arroyo Bahún y a Lagunilla,


y que termina en un tramo muy empinado que nos deja de nuevo en la pista que habíamos abandonado.
 
 
Después de estas tres variantes remontamos la pista de nuevo hacia Cenzano y finalmente alcanzamos el desvío que tras unos km. de camino nos lleva al comienzo de un cortafuegos que alguno ya había bautizado como el "barranco asesino", con una pendiente bestial
 
 
 y lleno de piedras de todos los tamaños.
 

 
 
Afortunadamente las lluvias recientes hacen que el terreno agarre bastante; las ruedas con baja presión, los sillines bajados, los frenos dispuestos y el culo rozando la rueda trasera. Y para abajo!!



Con un par de paradas intermedias para estudiar el siguiente tramo



y decidir la mejor trazada,


 

uno por uno vamos bajando este tremendo cuestón.




Una vez superado este complicado paso, seguimos por el PR por una zona muy cerrada de vegetación



en la que la humedad, las piedras,



 las raíces y el cansancio acumulado hacen que avancemos más lentamente de lo deseado.



Pero no hay prisa, y ahora queda lo mejor: la senda del Cañón del Leza. Poco a poco la senda se abre hacia la parte expuesta al Cañón del Leza

 
 
Resulta alucinante andar en bici por esta espectacular senda,



con el cañón del Leza a nuestra derecha



y los farallones de roca a nuestra izquierda,



atravesando yacimientos de icnitas,



asomándonos a impresionantes balcones naturales sobre el cañón.
 
 
 
Finalmente llegamos a Soto,




cansados pero con la satisfacción de haber completado una ruta que se fue complicando con cada variante pero que, en conjunto, ha resultado genial.

El resto de fotos en
https://plus.google.com/u/0/photos?tab=wq#photos/113656869193957184650/albums/5795752604003228401

4 comentarios:

  1. ¡que buena ruta nos marcamos, eh! Las fotos lo enseñan bien, muy buena crónica. Ahora a pensar en la siguiente.

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    1. Pues sí. A ver si este otoño disfrutamos de muchas tardes como ésta.

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  2. ¡Espectacular! dominio ,en un grandioso ambiente.Buen blog. Saludos

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